Bajo la luz tenue del ayuntamiento de San Antonio, un grupo diverso de ciudadanos se reunió para expresar sus preocupaciones y esperanzas en la Sesión B del Consejo de la Ciudad. La reunión, celebrada el 6 de agosto de 2025, se centró en temas cruciales que afectan a la comunidad, desde el impacto de las inversiones en la ciudad hasta la creación de empleos y la equidad social.

Uno de los momentos más destacados fue la intervención de un miembro del Departamento de Inversiones y de Impacto, quien compartió su experiencia personal y profesional en la ciudad. Con orgullo, destacó que en los últimos 30 años, la fundación ha donado más de 35 millones de dólares a la comunidad, transformando espacios públicos y apoyando a escuelas y organizaciones sin fines de lucro. "El impacto va más allá de números", afirmó, enfatizando la importancia de la inclusión y el compromiso con la diversidad en San Antonio.

Sin embargo, no todo fue optimismo. Rachel Meléndez, directora de un sindicato local, planteó serias preocupaciones sobre un nuevo proyecto que podría afectar a los trabajadores de la industria hotelera. Con una tasa de pobreza del 18% en la ciudad, Meléndez exigió más información sobre los trabajos que se crearían y cómo estos beneficiarían a la comunidad. "Necesitamos saber de qué se tratan esos trabajos porque necesitamos pagar nuestras casas y poder enviar a nuestros hijos a la universidad", expresó con firmeza.

Mary Salcedo, una trabajadora con 16 años de experiencia en el sector, también se unió a la conversación, defendiendo la dignidad de su trabajo y la necesidad de salarios justos. "Nosotros somos quienes limpiamos, somos los que hacemos que San Antonio sea amistoso", dijo, recordando a los miembros del consejo que el éxito de la ciudad depende de la labor de sus trabajadores.

Trinidad Díaz, con más de 40 años de experiencia en la industria, agregó su voz al clamor por justicia laboral, cuestionando la decisión de subsidiar a corporaciones ricas sin garantizar buenos salarios para los trabajadores. "La ciudad no debe subsidiar las corporaciones hasta que no se aseguren de que nosotros tengamos un buen pago en el trabajo", afirmó, resonando con el sentimiento de muchos presentes.

A medida que la reunión avanzaba, quedó claro que la comunidad de San Antonio está en un punto crítico. Los ciudadanos están demandando no solo inversiones, sino también un compromiso genuino con la equidad y el bienestar de todos sus habitantes. La sesión concluyó con un llamado a la acción, dejando a los miembros del consejo con la responsabilidad de escuchar y actuar en favor de una ciudad más justa y próspera para todos.